El aborto en Turquía está regulado por ley desde el año 1983, y está permitido hasta la décima semana de gestación. A partir de este plazo, el aborto solo se acepta en caso de que represente un peligro o ponga en riesgo la vida de la persona en embarazo. Es importante señalar que la ley turca se refiere a las personas en embarazo como la “madre”. Por el contexto social, moral y religioso del país, se habla de planificación poblacional (como es el título de la ley que regula el aborto) para referirse a la regulación del aborto. Este es un tema que acarrea gran estigmatización y difícilmente puede desligarse del ámbito religioso, ya que Turquía es un país en su mayoría musulmán, y si bien su ley no se rige específicamente por el Islam, su población e incluso los dirigentes políticos como el presidente Recep Tayyip Erdogan reconocen el Islam como su norte moral.
En el país existe el debate en torno al aborto, ya que existen sectores de la sociedad, proveedores de servicio de aborto y colectivos y organizaciones que buscan promover un cambio no solamente en la legislación nacional, sino en la población y la percepción colectiva del tema. Además, el aborto es abordado desde concepciones relativas a la estructura familiar, debido a que el discurso político de los últimos años ha estado encaminado de esta manera, donde factores como el matrimonio, el rol del hombre o del padre, la salud y los derechos sexuales y reproductivos todavía son importantes. Si bien el aborto es restringido en Turquía, es un tema que todavía sigue requiriendo la atención de la legislación y la sociedad turca.
Qué dice la ley en Turquía sobre aborto?
Derecho al aborto
De acuerdo con la Ley sobre la Planificación de Población (Ley 2827) del año 1983, el aborto está permitido en Turquía hasta la semana número 10 de gestación, es decir, hasta el segundo mes de embarazo. Esta ley otorga la facultad de regular el aborto al Ministerio de Salud Turco y menciona la importancia de fomentar el trabajo entre diferentes entidades del Estado y diferentes sectores de la población para hacerla cumplir y funcionar. La Ley fue formulada en primer lugar con el fin de abordar la planificación de la población, lo cual se refiere a: “la libertad de los individuos a decidir sobre el número y el momento para tener hijos” (Ley 2827, 1983). El texto de la ley dice que en efecto, es posible realizar abortos hasta la décima semana de embarazo si la persona embarazada lo solicita, pero a partir de entonces, solamente se permitirá si el embarazo representa o puede llegar a representar un peligro para la vida de esta.
En caso de presentarse un aborto luego de la décima semana de embarazo (que solamente podría presentarse por necesidad para proteger la vida de la persona en embarazo), el doctor que realice el procedimiento tendrá que informar de este a la Dirección de Salud y Bienestar junto con toda la información de la paciente y la causa para realizar el aborto [1], puesto que en ese caso se deberá llevar a cabo una investigación para asegurar que no se está incumpliendo con la ley al realizar un aborto sin justificación posterior a la décima semana. La ley también dice que, en caso de llevarse a cabo un aborto a una mujer casada, debe presentarse en todos los casos un consentimiento informado firmado tanto por la persona en embarazo como por el cónyuge (lo cual aplica tanto para el aborto como para el proceso de esterilización de una mujer).
La ley sobre Planificación de la Población fue creada por el gobierno con el fin de tener control sobre el crecimiento poblacional e influenciar la idea colectiva de la familia como el pilar de la sociedad turca [2]. Por esto, el Estado y las diferentes instituciones estatales deben trabajar en conjunto con sectores como la educación, la sociedad, los sectores de información y la cultura para asegurar que la familia permanezca en el núcleo de la sociedad y sea protegida y promovida como el pilar principal [2]. Esta perspectiva responde a muchos aspectos que se deben tomar en cuenta en Turquía para entender la ley, donde la religión, la moral y el impacto que estas tienen en la formulación de leyes y de políticas pueden tener. Sin embargo, esto ha sido cuestión de debate, sobre todo a partir del siglo XXI, porque si bien la ley establece las condiciones para regular el aborto, la sociedad puede tener posiciones que estigmatizan el procedimiento y terminan afectando la aplicación legal de las regulaciones del tema.
¿Cuántos abortos se realizan en Turquía?
Datos y cifras
La Encuesta Demográfica y de Salud de Turquía más reciente es del año 2018. Esta encuesta se realiza cada cinco años, y recopila, entre otros, información sobre abortos en el país de los cinco años anteriores a su publicación. En esta versión, se encontró que:
- De las mujeres en el país que alguna vez se han casado, el 15 % han tenido un aborto inducido.
- De los embarazos que se presentaron en el país desde el año 2013 al 2018, un 5% terminaron en abortos inducidos.
- En el periodo entre el año 2013 y el año 2018, de cada 100 embarazos, 6 resultaron en abortos inducidos.
¿Qué creen las personas sobre el aborto en Turquía?
Opinión pública sobre el aborto
Turquía es un país laico que se rige por una constitución política que defiende la división de poderes y el poder secular, lo que significa que no está relacionada ni basada en creencias religiosas ni en la religión. Sin embargo, la mayoría de su población es musulmana al representar el 98% de esta [3] y por ende no se puede hablar de la sociedad turca sin mencionar la religión. El islam prohíbe el aborto y en la gran mayoría de países que se rigen por la ley islámica, se considera ilegal con muy pocas excepciones. Pero la ley no necesariamente se cumple en todo el país en todo momento, pues en realidad su cumplimiento depende de la sociedad y los ciudadanos. Por este motivo se menciona la religión como un aspecto que indiscutiblemente sigue siendo relevante para la sociedad turca, porque a pesar de que la ley indique algo, la moral colectiva y la religión sigue teniendo un rol importante y en algunos casos incluso prevalencia sobre esta.
La sociedad turca está dividida en dos facciones diferentes, donde un sector de la población considera el aborto como un pecado y un tema que no necesita ser discutido, pues ya está regulado por la ley, y otro que promueve el debate sobre el aborto en un ambiente democrático para buscar posibles cambios en la ley y la regulación. Al ser una sociedad democrática, el debate público y los espacios para conversación deben tener un espacio en este contexto. En el 2012, el entonces Primer Ministro Erdogan habló públicamente contrata el aborto, refiriéndose a este como “asesinato”, y alentó a la población turca a seguir formando familias grandes con muchos hijos. Posterior a las declaraciones del ahora presidente Erdogan, hubo un aumento en la cantidad de profesionales e instituciones de servicios de la salud que comenzaron a rehusarse a realizar abortos basándose en la objeción de consciencia (Brett, 2023, pg. 19).
A pesar de que la ley turca no hace mención a la objeción de conciencia como un mecanismo legítimo para los proveedores de servicios de aborto [4], en muchos casos, los doctores y profesionales de la salud de quienes depende la aplicación de la ley permiten que su juicio subjetivo y sus creencias ante el aborto primen sobre el contenido de la ley, causando que exista una prohibición del aborto de facto, ya que incluso en instituciones de salud privadas, donde en teoría se podrían realizar abortos de acuerdo con la ley, el personal médico se rehúsa a proveer el servicio [5]. Incluso, a partir de las declaraciones del 2012 por parte del gobierno de Erdogan y servidores de este, como el mismo ministro de Salud [6], la opinión del sector profesional se ha vuelto más complicada porque incluso las instituciones hospitalarias privadas están imponiendo cada vez más obstáculos para que se pueda acceder a este servicio como el elevado precio que implica y el señalamiento moral de las solicitantes.
En años pasados se han llevado a cabo estudios sobre percepciones e ideas colectivas en torno al aborto, de los cuales sobresale uno realizado en 2019 en la región de Manisa sobre las percepciones de las mujeres casadas. De las cifras de este estudio realizado, se encontró que la mayoría de las mujeres que participaron en el estudio estuvieron de acuerdo con que el aborto era un asunto que tenía que ser tratado con prudencia al ser algo vergonzoso y que debería ser prohibido, a menos que represente una amenaza para la salud de la madre o esta padezca alguna enfermedad mental (Evli, Isteyerek, 2019).
Esto en contraste con un estudio del año 1996 de Akile Gürsoy, demuestra que en efecto ha habido un cambio reciente sobre las percepciones del aborto, pues para ese entonces, el 83% de la población opinaba que el aborto debía ser permitido si existía una opinión médica que establezca que existe un riesgo para la salud de la madre; el 74% de la población encuestada opinaba que un aborto podía tener lugar cuando la madre no contase con las condiciones económicas para mantener al bebé; 57% opinaba que podía realizarse un aborto si ese era el deseo de la madre y 9% opinaba que debía ser permitido bajo cualquier circunstancia [2] (Gürsoy, 1996, pg. 533). Es necesario recalcar que este estudio abarcó una población significativamente más grande que el del 2019 y que además data de por lo menos más de 25 años atrás, por lo cual las cifras pueden estar desactualizadas, pero es un referente útil para tener un panorama de cómo ha podido variar la opinión pública ante el tema.
¿Quiénes son las personas que tienen abortos en Turquía?
Personas que abortan en Turquía
En cuanto a los sectores poblacionales que accedieron al aborto recientemente en el país, se ha encontrado que la mayor cantidad de mujeres que han accedido a un servicio de aborto han sido mujeres casadas que suelen tener hijos. El Reporte de Salud y Demografía Nacional del año 2018 reportó que de los abortos realizados en el país durante los cinco años previos a la publicación del Reporte, el 19% de las mujeres que accedieron a un aborto ya tenían cinco o más hijos, y solamente el 7% no tenían hijos [8]. Esta tendencia no representó un gran cambio, pues en el Reporte anterior, del año 2013 los resultados fueron los mismos en cuanto a este sector poblacional al haber contado con una correlación positiva y directa entre haber tenido hijos y haberse realizado abortos, y a su vez, la cifra más alta de mujeres que se practicaron abortos en los cinco años previos al 2013, eran en efecto madres casadas [9]. Así que, en los últimos reportes, la tendencia ha permanecido igual.
Por otro lado, en cuanto a los rangos de edades de las mujeres que se han realizado abortos, el reporte del año 2013 encontró que la mayor cantidad de abortos se presentaron en mujeres entre los 45-49 años al representar el 27% de la población que se realizaron abortos en los cinco años previos al 2013 [9]. El porcentaje no varió para la fecha de publicación del siguiente reporte, pues se mantuvo en 27%. Para entonces, el rango de edades entre los 15-17 años contó con el 3%, indicando que en efecto a mayor edad dentro de la población encuestada (donde la mayor edad era de 49 años), era más factible que se haya practicado un aborto.
Ahora bien, para el Reporte del año 2018 se encontró que las áreas urbanas representaron la mayor cifra de abortos en comparación a las áreas rurales [8]. Así mismo en lo que respecta a la distribución en los niveles de ingreso, si bien la diferencia no es tanta en términos de porcentaje, las mujeres con altos niveles de ingreso fueron quienes más accedieron al servicio de aborto (17%) en comparación con las de bajos ingresos (13%), lo cuál en relación con reportes sobre el contexto del aborto en el país puede ser un indicativo de que acceder a este procedimiento puede ser costoso y puede estar disponible solamente para personas de altos ingresos.
Por último, se reportó que las mujeres que más se realizaron abortos contaban con el nivel educativo más básico, al haber representado el 19% de la población que se realizó un aborto, en comparación al 10% de mujeres de este sector de la población que lograron terminar el nivel de educación secundaria. Estas cifras del reporte del 2018 pueden representar que en efecto el acceso a un aborto no es algo precisamente fácil en el país, y que su concentración en áreas urbanas significa que es todavía un servicio que no se presta fácilmente en todo el país y que está limitado para personas con cierto nivel de ingresos. A pesar de que la ley establece las regulaciones para poder practicar abortos, al revisar el contexto socio-cultural actual, todavía sigue siendo un servicio limitado solamente para ciertos sectores de la población.
¿Cuáles son los servicios de aborto disponibles en Turquía?
Métodos de aborto
¿Cómo afecta el contexto al aborto en Turquía?
Contexto y aborto
Desde la constitución promulgada en 1982, Turquía ha sido un país que sobresale en su naturaleza porque a pesar de su naturaleza laica, es hogar a una población en su mayoría practicante del islam con una historia compleja que resulta hoy en día en un lugar propicio para fomentar el debate y la discusión sobre la temática del aborto.
Antes del siglo 21, Turquía había sido escenario de disputa entre diferentes poderes mundiales como lo fue el Imperio Otomano y posteriormente los poderes europeos occidentales. Este país ha sido un punto de encuentro entre diferentes culturas y religiones, tanto por su ubicación geográfica, como por sus implicaciones geopolíticas, pues es la puerta de entrada hacia el mundo Oriental y la conexión del mundo árabe con Occidente. Posterior a la caída del Imperio Otomano, en el periodo entre guerras, Turquía atraviesa una serie de procesos de modernización que se caracterizaron por el replanteamiento de la estructura estatal y la composición política, social y cultural del país, donde se pretendió tener una idea de Nación más parecida a las potencias cercanas de Europa que cualquier otra cosa. Algunos planteamientos abordan a Turquía como el resultado de la expansión de la dominación cultural europea en el Medio Oriente y la paradoja que puede representar la coexistencia de la modernidad con la moral tradicional de un país en su mayoría musulmán (Gürsoy, 1996, pg. 532).
El islam contempla el aborto como un acto punible y prohibido tanto por la ley como por la religión y la moral. Sin embargo, al ser Turquía un Estado laico, su ley no hace referencia a la religión como un argumento para prohibir o permitir el aborto. Tanto así, que de acuerdo con la Ley 2827 del año 1983 regula el aborto y establece sus limitantes y condiciones, pues pertenece a una serie de medidas dirigidas a la planeación poblacional, que desde tiempo Otomanos se considera importante para organizar la sociedad. Antes de que se promulga la constitución del 83, e incluso durante tiempos Otomanos, existía la idea de una Nación fuerte interpretada en el tamaño y la densidad de su población; esto significa que se consideraba que una Nación era más o menos fuerte de acuerdo con qué tantos habitantes tenían, y por ende, entre más personas hicieran parte del Imperio, más fuerte era este. Esto se consideraba una perspectiva pro natalista [2], donde entre más nacimientos hubiese, mejor para el Estado.
Con la caída del Imperio, y lo que se puede llamar el declive de la sociedad Otomana/musulmana, esta idea pro natalista no queda en el pasado, y de hecho siguió siendo promovida por los dirigentes de lo que en adelante fue Turquía, con el fin de evitar que los números en la población turca menguaran a cifras alarmantes. Para el año 1930, el aborto era ilegal junto con los métodos anticonceptivos, y de hecho se ofrecían incentivos a la población para tener más y más hijos [2]. Pero a medida que pasaron las décadas y se formularon reformas ideológicas sobre asuntos como el fundamento de una Nación, los partidos políticos, etc., esta idea pro natalista del Estado fue cambiando un poco y ampliando su noción para dar lugar al cuestionamiento sobre el rol de la familia como fundamento para la sociedad.
Si bien en Turquía existe un panorama social y cultural que tiene al islam como base ideológica y moral, esto no ha detenido a la sociedad a pronunciarse para cuestionar al gobierno. Así fue como en 1983 se plantea abiertamente la discusión política sobre el aborto, donde se formula la ley 2827 donde los individuos tienen la libertad de tomar decisiones sobre la planeación familiar, es decir, cuántos hijos han de tener y cuándo. Sin embargo, por la gran cantidad de personas practicantes del islam, todavía existe una creencia general en Turquía sobre cómo el aborto inducido es un pecado e incluso un asesinato (Evli, Isteyerek, 2019, pg. 332).
Antes de la formulación de la ley se tenía constancia de que existía una problemática alarmante con respecto a las cifras de mortalidad materna en relación con la ilegalidad de los abortos, pues el hecho que fuera ilegal no significaba que las mujeres no recurrieran a ellos así fuese en condiciones riesgosas para su propia salud. De hecho, esa fue una de las principales motivaciones para el gobierno turco para haber creado dicha ley. Desde su promulgación, se ha evidenciado un declive en las cifras de mortalidad maternal relacionadas a abortos inseguros, pues mientras para 1950 esta cifra de correlación estaba en el 50%, para el año 2015 representaba el 2% (Letsch, 2015) [5].
Desde 1983 hasta la actualidad, se ha revisado la ley 2827 desde su creación pues existen perspectivas que conciben la ley como ineficiente y poco efectiva por las condiciones que esta implica. En primer lugar, uno de los principales debates se refiere al título mismo de la ley, pues hablar de una planeación poblacional, como se mencionó anteriormente, todavía sigue estando ligado a la idea de la familia y su conformación como el núcleo principal de la sociedad turca, lo cual a veces puede dejar de lado temas tan importantes como la calidad de vida de la población, los derechos y garantías que pueden existir y formularse para esta, al enfocarse principalmente en la densidad demográfica dejando de lado sus derechos [2].
Por otro lado, la misma ley plantea que para realizar un aborto (o incluso algún procedimiento para la esterilización de una mujer) cuando la persona se encuentra casada, es necesario contar con el consentimiento del cónyuge para poder llevar a cabo el procedimiento [1]. Esto ha resultado en que se perciba esta ley como una contribución para perpetuar la inequidad de género en el país y sus instituciones, y la falta de autonomía de la mujer sobre su cuerpo y su vida. En la ley no se hace mención a situaciones donde se presente un embarazo como resultado de violencia o violación sexual, ni a situaciones donde se haya presentado algún tipo de abuso hacia la mujer, lo cuál también es un indicio de que no es una prioridad para el gobierno turco las implicaciones que un embarazo no deseado puede tener para la vida de una mujer, ya que se enfoca en el rol que esta desempeña en la sociedad sin una mirada individual que busque fortalecer los derechos para la mujer.
Gobierno actual
El presidente actual de Türkiye, Reccap Erdogan ha estado en el poder desde el año 2014 junto con el Partido de la Justicia y la Democracia (AKP por sus siglas en turco), el cuál ha sido desde su fundación un partido cercano a la facción política de extrema derecha que constantemente se refiere al rol que debería jugar la religión y los valores morales respectivos en la sociedad y la política. El presidente ha dejado claro durante su recorrido político, su posición frente a temas como la igualdad de género, la regulación de anticonceptivos y el aborto mismo al haber mantenido una posición que no precisamente reconoce las luchas modernas por los derechos humanos y la igualdad de derechos en aspectos como el género. Erdogan es promotor de que al ser Türkiye un país de mayoría musulmana, debe adoptar sus principios básicos como la base de la moralidad de la Nación. Durante su mandato como primer ministro, Erdogan se pronunció en el año 2012 sobre el aborto al decir que no solamente debía ser considerado asesinato, sino además al compararlo con crímenes de lesa humanidad, junto con su preocupación por el riesgo que el aborto representaba contra la moralidad [6].
Esto implica que contemplen temas como el aborto desde un punto de vista religioso, donde este es un pecado y en palabras del mismo presidente, “un asesinato” [5]. De hecho, debido al discurso nacionalista que ha caracterizado a Erdogan, se ha vuelto a adoptar una visión pro natalista que recuerda a épocas Otomanas donde todavía no se hablaba de los derechos reproductivos, sexuales ni derechos de la mujer.
En este mismo año, el parlamento propuso una ley que incluso llegaría a imponer tantas limitaciones al aborto que se podría haber llegado a prohibir, y al ser el parlamento en su mayoría del AKP, faltó poco para que la ley fuese adoptada. El proyecto de ley establecía que el aborto tenía que suceder dentro de las primeras cuatro semanas del embarazo, lo cuál disminuía significativamente la posibilidad de acceder a un aborto ya que en las primeras cuatro semanas, un embarazo es difícilmente detectado [13]. Debido a masivas protestas que se tomaron las calles de Estambul, el proyecto de ley no prosperó y el partido optó por retirarlo, sin embargo, la tendencia a juzgar el aborto permanece en el ámbito político y social.
Tanto durante su tiempo como primer ministro, como durante su presidencia, Erdogan ha instado a la población turca a seguir aumentando sus cifras. Ha instado a las mujeres a tener más hijos, (tres o más) bajo el argumento de que así se fortalecerá la sociedad turca. También ha hecho declaraciones donde concibe procedimientos como la cesárea “antinaturales”, al igual que alimentar bebés con fórmula e incluso los anticonceptivos o los métodos de planificación, lo cuál ha despertado no solamente el descontento de un gran sector del pueblo turco, sino también de la comunidad internacional.
Diferentes Organizaciones como Amnistía Internacional [14] se han pronunciado para expresar su preocupación ante las declaraciones del presidente pues encuentran en ellas una tendencia a promover la limitación de los derechos humanos y la promoción de políticas de inequidad. Además, si bien Türkiye ha buscado hacer parte de la Unión Europea, el presidente no ha ejecutado medidas que permitan que existan las garantías que se exigen por parte de dicha Organización para hacer parte de esta, pues promueve lo que se ha llamado una agenda islamista donde la igualdad de género y la promoción de igualdad de derechos para la mujer no es una prioridad [10].
Actualmente, todavía existe preocupación por la falta de apoyo por parte del gobierno a diferentes iniciativas sociales para promover el aborto seguro y accesible, pues además de que el sector político ha sido un impedimento, no se cuenta con el apoyo de sectores como el académico y el profesional para fortalecer la legislación sobre el aborto. Se conoce que, en muchos casos, los profesionales de la salud y las instituciones del cuidado de la salud han optado por negarle a las mujeres embarazadas el acceso al procedimiento a raíz de creencias personales y objeción de conciencia, lo cuál tampoco contribuye a facilitar el cumplimiento de la ley [5].
Es un reto para las organizaciones civiles que buscan promover los derechos humanos, las organizaciones feministas tanto nacionales como transnacionales, luchar no solamente contra un sistema político que se basa en la inequidad, sino también contra una sociedad que representa en muchos casos un obstáculo para este tipo de iniciativas. Todavía existe en Türkiye un gran problema de acceso a servicios de salud, tanto en el ámbito público como privado y por ende una problemática preocupante en la defensa de derechos humanos y derechos sexuales y reproductivos para las mujeres del país.
¿Cómo influyó la pandemia en el aborto en Turquía?
Impacto de COVID-19
La pandemia afectó a Turquía profundamente, causando que los esfuerzos del gobierno y las instituciones estatales tuviesen que orientarse a lidiar con la pandemia y sus consecuencias. Esto significó que el sistema de salud estuviera dedicado en su gran mayoría a hacer frente al Covid-19, lo cuál junto con las restricciones de movilidad que fueron impuestas en todo el país durante el año 2020, resultó en que la accesibilidad a los servicios de salud fuera limitada, especialmente para las mujeres que buscaran acceder a un aborto [15].
Previo a la pandemia, el servicio de aborto ya tenía un acceso bastante limitado por diferentes factores (el factor económico al ser un servicio costoso, de difícil acceso al prestarse principalmente en áreas urbanas y en clínicas privadas, y por el estigma social y político que gira en torno a este), pero durante los años que siguieron al 2020, se convirtió en casi inaccesible. Se habla que en Turquía hubo una prohibición de facto del aborto durante la pandemia, y que esta fue un instrumento para que el gobierno y las instituciones socavaran los pocos recursos que organizaciones como Purple Roof, que están enfocadas a luchar contra la violencia hacia la mujer. La garantía de derechos humanos y de derechos reproductivos y sexuales sufrió un gran detrimento [5].
Según un Reporte del año 2020 realizado por la Organización Women’s Human Rights en el país, de cada 10 mujeres que se vieron en la necesidad de ser atendidas de emergencia por situaciones relacionadas a su embarazo, únicamente seis fueron atendidas por servicios médicos [15]. A su vez, la percepción general de la accesibilidad al aborto durante la pandemia empeoró, pues desde entonces, el 51% de personas en el país no consideraban que una mujer pudiese acceder a un aborto en un hospital del Estado (D.E. ve, 2021).
Así, la pandemia trajo consigo una serie de obstáculos y barreras para las mujeres en Türkiye para acceder a un aborto. Las condiciones que de por sí ya eran complejas, se complejizan aún más y la falta de garantía de derechos que ya estaba presente en el país por el contexto político actual, se encontró con un momento de crisis profunda que contribuyó con la creación de barreras y obstáculos.
¿Cuál es el vacío de datos en Turquía?
Lo que no sabemos
Aunque se dispone de algunos datos, para poder tener una visión completa de la situación del aborto en Turquía, los estudios requerirían responder a las siguientes preguntas:
*This page presents abortion data only for women and girls since the information available is usually not separated by gender. However, AbortionData.org acknowledges this limitation.
Where did we get the information?
Sources
Sources & Partners
[1] TURKEY. The Population Planning Law. Law No. 2827 of 24 May 1983. (T.C. Resmî Gazete, 27 May 1983, No. 18059, pp. 3-6).
[2] Gürsoy Aki̇le. (1996). Abortion in Turkey: A matter of state, family or individual decision. Social Science & Medicine, 42(4), 531–542. https://doi.org/10.1016/0277-9536(95)00176-x
[3] World Population Review. (2023). Is Turkey a Muslim Country 2023. Is Turkey a Muslim country 2023. https://worldpopulationreview.com/country-rankings/is-turkey-a-muslim-country
[4] REDAAS. (n.d.). Global de normas sobre objeción de conciencia en aborto. https://www.redaas.org.ar/objecion-de-conciencia-mapa2015/feb/04/istanbul-hospitals-refuse-abortions-government-attitud
[5] Letsch, C. (2015, February 4). Istanbul hospitals refuse abortions as government’s attitude hardens. The Guardian. https://www.theguardian.com/world/2015/feb/04/istanbul-hospitals-refuse-abortions-government-attitude
[6] Ahmadi, A. (2012, June 1). Turkey PM Erdogan sparks row over abortion. BBC News: Turkey PM Erdogan sparks row over abortion. https://www.bbc.com/news/world-europe-18297760
[8] Hacettepe University Institute of Population Studies Ankara, Turkey. (2019, November). The DHS program. The DHS Program – Quality information to plan, monitor and improve population, health, and nutrition programs. Retrieved May 4, 2023, from https://dhsprogram.com/
[9] Hacettepe University Institute of Population Studies Ankara, Turkey. (2014, November). The DHS program. The DHS Program – Quality information to plan, monitor and improve population, health, and nutrition programs. Retrieved May 1, 2023, from https://dhsprogram.com/
[10] Kabasakal Arat , Z. F. (n.d.). Women’s struggle in Turkey and a new transnational declaration. Wilson Center. https://www.wilsoncenter.org/blog-post/womens-struggle-turkey-and-new-transnational-declaration
[11] We give up not a single article of the Istanbul Convention! (2020, August 23). https://marchemondiale.org/wp-content/uploads/2020/09/WomensPlatformforEquality_Demands_Aug-23_Clean-1.pdf
[12] Constitución Turca, 1982, preámbulo.
[13] Al Jazeera. (2012, June 22). Turkey drops anti-abortion legislation. News | Al Jazeera. https://www.aljazeera.com/news/2012/6/22/turkey-drops-anti-abortion-legislation
[14] Amnesty International. (2012, May 30). Turkish Prime Minister’s staunch opposition to abortion undermines human rights. AMNESTY INTERNATIONAL PUBLIC STATEMENT. Turkish Prime Minister’s staunch opposition to abortion undermines human rights
[15] Hilal Gençay, D. E. ve. (2021, August 24). Turkey – being a woman in the covid-19 pandemic: A research study. International Campaign for Women’s Right to Safe Abortion (SAWR). https://www.safeabortionwomensright.org/news/turkey-being-a-woman-in-the-covid-19-pandemic-a-research-study/
[16] Afanasieva, D., & Hogg, J. (2015, April 20). Erdogan divides Turkish women with approach to Tackling Violence. Reuters. https://www.reuters.com/article/us-turkey-women-idUSKBN0NB15M20150420
[17] Akin, A., Kocoglu, G. O., & Akin, L. (2005). Study supports the introduction of early medical abortion in Turkey. Reproductive Health Matters, 13(26), 101–109. https://doi.org/10.1016/s0968-8080(05)26207-9
[18] Brett, L. (2023, February). Brett, Lara Groups in Poland and Turkey the challenges faced by pro … The Challenges faced by pro-abortion civil society groups un Poland and Turkey. https://www.ssoar.info/ssoar/bitstream/handle/document/85092/ssoar-2023-brett-The_challenges_faced_by_pro-abortion.pdf?sequence=4&lnkname=ssoar-2023-brett-The_challenges_faced_by_pro-abortion.pdf
[19] Mihciokur, S., Akin, A., Dogan, B. G., & Ozvaris, S. B. (2014). The unmet need for safe abortion in Turkey: A role for medical abortion and training of medical students. Reproductive Health Matters, 22(sup44), 26–35. https://doi.org/10.1016/s0968-8080(14)43790-x
[20] Mihciokur, S., Akin, A., Dogan, B. G., & Ozvaris, S. B. (2014). The unmet need for safe abortion in Turkey: A role for medical abortion and training of medical students. Reproductive Health Matters, 22(sup44), 26–35. https://doi.org/10.1016/s0968-8080(14)43790-x
[21] Reporter, S. (2023, April 28). Recep Tayyip Erdogan: Presidential candidate of Türkiye’s People’s Alliance. Who is Recep Tayyip Erdogan: People’s Alliance Presidential Candidate. https://www.trtworld.com/magazine/recep-tayyip-erdogan-presidential-candidate-of-t%C3%BCrkiye-s-people-s-alliance-65881
[22] Özmen, D., Çakmakçı Çetinkaya, A., Cambaz Ulaş, S., & Bolsoy, N. (2019). Attitudes of married women towards induced abortion in Manisa. Istanbul Medical Journal, 20(4), 330–337. https://doi.org/10.4274/imj.galenos.2019.34356
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